El director cuenta que este documental es un laboratorio del proyecto ESCUELA DE ARTE Y CULTURA DE CONVIVENCIA Y PAZ donde su papel era hacer registro fotográfico, pero asumió el papel de crear un documental. Su principal preocupación fue plasmar la vida y el sentir de los muchachos convirtiendo la cámara en una parte del parche. Los primeros registros fueron desde un celular sin importar la calidad si no el contenido como eje del documento audio visual. Afirma que tomó la decisión de darles la cámara con instrucciones mínimas incentivándolos a jugar con ella, retratar su mundo desde su mirada. Diego comenta que este documento audiovisual da cuenta de cada paso del proyecto mostrando sus sentires y necesidades de acuerdo al contexto como van apropiándose de su mundo desarrollando una conciencia crítica y logrando cambiar su vida y su entorno.